Origen de la
Banda Sinaloense
A principios
del siglo XX algunos pueblos de Sinaloa, especialmente los de la zona serrana,
tenían su banda de música, en donde se usaban bombardinos y tubas afinados en
la escala de mi♭
e incluso saxofones entre otros instrumentos lo que originó el surgimiento de
"bandas orquestas" que en la ciudad solo eran para la élite social,
sin embargo en el resto de las localidades se usaba el rústico sonido
instrumental donde los instrumentos eran más escasos. La particular geografía
del estado de Sinaloa, ubicado entre el mar y la sierra, y con difícil acceso
al resto de México, permitió que diversos ritmos de origen europeo se
mantuvieran vigentes entre la población rural.
El particular
sonido de la banda sinaloense es muy similar al de las bandas de viento alemanas
y francesas, en lo cual radica la diferencia en la ejecución musical de las
bandas del centro-norte de Sinaloa y al sur de este estado. En la zona
centro-norte, el fraseo musical es más ligero y matizado, un estilo más
occidental europeo y en el sur, el estilo tiene un fraseo muy marcado y un poco
menos matizado en la ejecución, algo más influenciado por el estilo bávaro
alemán, lo que hizo que diversos investigadores, ubicaran su origen en estas
regiones, sobre todo al considerar la intervención extranjera en el estado y de
que en Mazatlán a principios de siglo estaba habitado principalmente por
inmigrantes alemanes. Sin embargo, la etnomusicóloga suiza Helena Simonett
explica que las primeras bandas sinaloenses se formaron por gente que desertaba
de las bandas militares y las municipales y se iba a vivir a los pueblos
serranos, añadiendo así crédito a los fundadores sinaloenses, que con la
influencia rítmica Mayo-Yoreme han contribuido a su esencia.
A pesar de
todo, existe una concordancia histórica, que sitúa la influencia musical con
fechas anteriores al auge comercial alemán de Mazatlán (1870-1890), pues no
solo se trataría de la distribución de instrumentos por medio de la
comercialización, sino que también era requerida una divulgación cultural que solo
podía darse en una relación estrecha entre los individuos portadores de tales
tradiciones y los pobladores de la región, y esa circunstancia sólo se dio en
Mazatlán. Es por esto que se refuerza la teoría de influencia francesa y
española sobre la influencia alemana en otras regiones de Sinaloa, pues el
desarrollo de la música de tambora sinaloense tiene registros y antecedentes
anteriores en lugares lejanos de la sierra de Sinaloa donde no existió la
influencia alemana, sin embargo, sí influencia francesa post-guerra de
intervención, así como los remanentes culturales españoles. Así también la
evidencia de la conformación organológica de las primeras agrupaciones
mazatlecas y las agrupaciones del resto de Sinaloa, por ejemplo: La Banda El
Recodo de Cruz Lizárraga de 1938 que tenía una marcada influencia alemana en su
estilo de ejecución, con su instrumentación que incluía instrumentos de cuerda,
en contraste con La Banda Los Tacuichamona de 1888, La Banda Los Sirolas de
Culiacán (1920) y La Banda de Los Hermanos Rubio (1929) de Mocorito, cuya
integración instrumental eran exclusivamente de instrumentos de aliento y
percusión al estilo Galo-Ibérico de la fanfarria, así como también su
ejecución.
Es bueno
considerar el hallazgo de instrumentos antiguos relacionados, en todo Sinaloa
que datan de la época de la Intervención Francesa (1862-1867) de fabricación
europea que pudieran contribuir a un establecimiento cercano, referente al
inicio y los anales de este género, y aunque solo llegaron algunos de ellos, no
se puede poner una fecha de conformación concreta, puesto que algunos
instrumentos que son elementales para la designación del género, aun no estaban
desarrollados completamente e inclusive, algunos contaban con pocos años de su
invención. Por lo tanto proponer una fecha anterior o fijar un origen de factor
en otro lugar, significaría una inconsistencia histórica.
Sin embargo por
su falta de exactitud, no se ha tomado como real, pero existe la leyenda de una
comitiva francesa que huyó a la zona alta de la Ciudad de Culiacán después de
la batalla de San Pedro, y se necesita un estudio especializado, en los
descubrimientos de uniformes y armas francesas enterradas en la zona de Colina
de San Miguel y la existencia de un clarinete de metal, encontrado durante la
construcción de la Iglesia de Santa Cecilia en la colonia Rafael Buelna, que
data de la época, como la existencia de instrumentos antiguos, de fabricación
alemana y clarinetes con laminillas de plata en la boquilla, propiedad de
algunas personas originarias de San Pedro, Navolato, así como el dato de
músicos y soldados argelinos que pasaron por la tierra sinaloense. Aunque se
plantea la teoría de que el general Antonio Rosales introdujo la tambora a
Sinaloa; sin embargo, esto no está demostrado de manera antropológica ni
arqueológica, ni se han encontrado registros de contribuciones relacionadas al
ámbito musical.
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